En esta ocasión, voy a dedicar una entrada a un contenido muy diferente al habitual, pero que está totalmente enraizado con mis orígenes como reportera. Se trata de una ruta sobre la Galicia de Fariña, el libro y la serie que han vuelto a colocar mi tierra en el centro de muchas conversaciones a nivel nacional.
En esta entrada además, no estoy sola, sino que me acompaña mi amiga Ana B. Plaza, una excelente periodista a quien la serie le ha revelado un pasaje de la historia gallega del que, según ella dice, «nunca había tenido la fotografía completa».
A partir de aquí, ella con sus textos y yo con mi aportación gráfica os proponemos una excursión en la que os guiaremos por una preciosa zona de la costa gallega que, además, resulta muy interesante.
Galicia y Fariña: los ingredientes de un bombazo
El pasado mes de febrero dos acontecimientos vuelven a poner sobre la mesa el tema del narcotráfico en Galicia: por un lado, el secuestro judicial del libro Fariña de Nacho Carretero y, por el otro, la nueva detención de Sito Miñanco en una macroperación antidroga.
El libro había visto la luz en septiembre de 2015 y, un año y medio más tarde, en el verano de 2017, la productora Bambú Audiovisual comenzaba el rodaje para llevarlo a la pequeña pantalla. En ese momento, su estreno se planeaba para septiembre de 2018.
Sin embargo, la polémica y la actualidad se convierten en un gancho perfecto y Antena 3 decide adelantar el primer capítulo de la narcoserie –que ese momento se encontraba en fase de postproducción– al 28 de febrero. La cadena lo hace a modo de avance con la intención de emitir el resto de episodios según lo previsto, pero el estreno sienta frente al televisor a 3.399.000 espectadores (un 21,5% de share): desaprovechar la ocasión hubiera sido una torpeza.
A lo largo de estas 10 semanas, en horario prime time, la serie ha visto como se han ido reduciendo los datos de audiencia hasta rondar el 13% (algo más de 2 millones de espectadores).
Del libro a la serie: la adaptación
A pesar de que los espectadores tengamos la sensación de estar viendo un docudrama, lo cierto es que la serie, como dicen sus créditos, solo «está basada en el libro Fariña de Nacho Carretero». Para saber qué es realidad y qué es ficción, como siempre, lo mejor sería recurrir a las páginas del libro. No deja de ser curioso que hoy en día solo se pueda conseguir en el «mercado negro».
Personajes inspirados
Si eres seguidor de la serie ya sabrás que Sito Miñanco, Laureano Oubiña o Manuel Charlín son personas reales. Sin embargo, no ocurre lo mismo, por ejemplo, con Darío Castro, un personaje de la ficción que está inspirado en quien fuera el jefe de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO), Enrique León, pero cuyo papel no se corresponde con la trayectoria del agente.
Entre esos personajes semificticios, llama la atención el de Colombo, que está inspirado en Marcial Dorado. El libro sí que le confiere un papel importante en el panorama del contrabando gallego, entre otras razones, por aquellas fotos en las se le veía en yate con el actual presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo. Sin embargo, en la serie, a pesar de que se copia incluso su estética, no deja de ser un personaje secundario.
Entre los personajes femeninos, cabría destacar el de Camila Reyes, dramatización de Odalys Rivera, una modelo panameña sobrina de uno de los ministros del general Noriega y que fue la segunda esposa de Sito Miñanco. También a Leticia Charlín, cuya historia está inspirada en la de Yolanda Charlín, sobrina de Manuel «el Viejo», que sí que tuvo una relación sentimental con un colaborador del clan, pero cuyo apellido no era Bustelo como en el serie.
La Galicia de la serie Fariña
Si hubiera que escoger dos municipios protagonistas del narcotráfico gallego, probablemente esos serían Villagarcía de Arousa y Cambados. Sin embargo, en esa zona el crecimiento industrial ha modificado tanto el paisaje en el entorno de la Ría, que la productora decidió llevar un poco más al norte el rodaje, donde el ambiente de los años 80 se podía recrear más fácilmente.
A continuación os proponemos una ruta que combina ficción y realidad.
Noia: el plató principal
Noia es la ciudad natal de Javier Rey -el actor que protagoniza la serie interpretando a Sito Miñanco- y fue la base de operaciones del rodaje de la serie. De hecho, en señal de agradecimiento, el pasado mes de noviembre, la productora organizó la premier por las molestias ocasionadas a sus habitantes.
Lorena do Merlo ®
El puente viejo de Noia y sus calles son localizaciones que se ven una y otra vez en diferentes persecuciones a lo largo de los diez capítulos de la serie. Desde la Alameda hasta las iglesias de Santa María Nova y San Martiño, el casco viejo nos propone un paseo que nos trae múltiples escenas a la cabeza.
En muchas de ellas se aprecia, de fondo, una ría que, sin embargo, no es la de Arousa, sino la de Muros.
La nave de Sito Miñanco
Saliendo del municipio y cruzando el Puente desde Testal se puede ver a la derecha la nave que se utilizó como guarida de Sito Miñanco. Hoy por hoy está totalmente abandonada, pero, una vez allí, parece el escenario ideal para realizar operaciones de contrabando.
Hay que decir que la ubicación real del escondite se encuentra a unas decenas de kilómetros de allí, en Castelo (Cambados). El astillero de O Facho, el centro del imperio de José Ramón Prado Bugallo, fue el cuartel general real y, verdaderamente, tiene cierto parecido al utilizado en la serie, pero este era mucho menos humilde.
La Casa de Sito Miñanco y Camila Reyes
Si tomamos la carretera AC-550 en dirección a Portosín y Porto do Son nos espera un camino espectacular que fue, además, el elegido para rodar muchas de las secuencias de la serie.
La primera parada es la Playa de Hornanda, donde veremos la mansión a la que se trasladan Sito Miñanco y Camila Reyes. Desde la arena es difícil apreciar que la casa que hay en el margen izquierdo de la playa es el lugar donde se han rodado tantas escenas de la serie. Sin embargo, la carretera hace una curva desde donde se puede ver esa entrada tanto exterior como interior y que no deja la menor duda de que ésa es la localización escogida.
La iglesia y el cementerio: San Vicente de Noal
Si seguimos por esa carretera unos diez minutos en coche, encontramos a la izquierda la iglesia de San Vicente de Noal, un escenario que también protagoniza algunos de los momentos clave en la serie. El templo está en la entrada norte de Porto do Son y es una localización excelente para que la supuesta Ría de Arousa -que sigue siendo la de Muros- aparezca de fondo durante la conversación entre Sito Miñanco y Darío Castro.
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En la parte trasera del templo se halla un cementerio que es la localización en la que el inspector Darío Castro se reúne con la mujer de Braulio y las madres de las droga entierran a uno de sus hijos.
El restaurante de Terito: Praia das Furnas
Avanzando en dirección sur por la misma carretera y después de pasar Castro de Baroña llegaremos a Xuño. Allí tomamos el desvío hacia Praia das Furnas (furna en gallego significa gruta). Este enclave es ya conocido porque fue el lugar en el que Ramón Sampedro sufrió el accidente que le dejó tetrapléjico y donde, años después, Alejandro Amenábar rodaría la escena de Mar Adentro. De hecho, en esas tristemente famosas rocas, un busto homenajea su figura.
En la serie Fariña, este enclave vuelve a adquirir protagonismo porque recrean allí el restaurante de Vicente Otero, Terito. Según nos cuentan, el equipo de Bambú Audiovisual estuvo una semana rodando en el interior del restaurante que actualmente está en funcionamiento -sin lazo alguno con el personaje- y donde los espectadores de la serie pueden no solo degustar los manjares gallegos, sino alojarse por un módico precio.
Ya en el exterior del restaurante, la Praia das Furnas es impresionante a la vista y espectacularmente fotogénica. En esas rocas, los ficticios Terito y Sito Miñanco conversan en el primer capítulo en un banco que no existe. En cualquier caso, merece la pena pararse en esas rocas y admirar el alucinante paisaje.
Los campos de fútbol de la serie: ninguno en Cambados
Frente al bar también se encuentra el pequeño campo de fútbol que sirve de escenario para la discusión de Sito Miñanco con sus dos socios en la que el líder de la empresa ROS S.L. dice aquello de «El tabaco es para Terito y para los viejos, la fariña es el futuro». En esa escena se aprecia un campo humilde, sin gradas, pero al lado del mar.
Sin embargo, si eres seguidor de la serie o del libro, ya sabes que Sito Miñanco apostó por el equipo de su pueblo, el Cambados. La formación pasó de ser modesta a hacer giras por Latinoamérica y a aspirar a entrar en la Segunda División. Ese salto es, sin duda, un símbolo en la serie.
En lo que a localizaciones se refiere, en cambio, la escena no está rodada en el municipio natal de José Ramón Prado Bugallo, sino en la Illa de Arousa. Tras acudir a ambas ubicaciones hay que decir que, verdaderamente, queda claro la importancia que le ha dado la productora a la aparición de la ría -sea o no la de Arousa- en cada escena. Con ese propósito en mente, también queda claro que el estadio Salvador Otero, sede del Celtiga F.C., es mucho más telégenico que el del Cambados.
También es cierto que el equipo que patrocinó el narco se caracteriza por los colores azul y amarillo y que, claramente, estos no se corresponden con los del campo seleccionado para rodar la serie. Un detalle que, para qué negarlo, pasa totalmente desapercibido.
La Illa de Arousa: foco de descargas
Más allá del campo de fútbol, es fácil reconocer que, probablemente, las playas y recovecos de la Illa de la Arousa fueron el escenario perfecto para rodar la serie Fariña, aunque las localizaciones son difíciles de identificar.
En cualquier caso, este magnífico rincón gallego no solo proporciona parajes tranquilos, sino excelentes panorámicas en las que se aprecian las bateas, esos criaderos de mejillones tan esenciales en la historia del narcotráfico gallego.
En este sentido, el faro es parada obligatoria para divisar un paisaje espectacular y entender el trasiego de planeadoras, tan presentes en Fariña.
La Galicia del libro Fariña
Llegados a este punto, huelga decir que la realidad es distinta de la ficción. También es cierto que, si eres fan de la serie, es inevitable tratar de indagar sobre las localizaciones reales, en particular aquellas que tienen que ver con Sito Miñanco, Laureano Oubiña o el clan de los Charlines.
En cualquier caso, es obvio que las autoras de este reportaje no hemos llevado a cabo una investigación del calibre del libro de Nacho Carretero -u otros autores como Perfecto Conde- que han documentado el narcotráfico en Galicia. Pero es irremediable querer ir más allá y, de alguna manera, investigar sobre lo ocurrido.
En este sentido, nuestra sensación es que, quien tiene información interesante no se la cuenta a un desconocido fácilmente. Ante cualquier pregunta relacionada con el tema en cuestión, el gallego hace gala de su fama y, con una habilidad pasmosa, redirige la conversación a otros derroteros y trata de disimular la aquiescencia con la que contaba el narcotráfico en Galicia. También es cierto, que, como siempre, quien menos sabe sobre el asunto habla de aquellos tiempos de las descargas con sorna, pero con poca consistencia.
A pesar de todo, creemos que hay varios escenarios de obligada visita para quienes, como nosotras, tienen curiosidad sobre el tema y vamos a hablar de ellos a continuación.
Villagarcía de Arousa: el epicentro
Dar una vuelta por su puerto o por el pueblo y sus alrededores resulta una experiencia muy ilustrativa en cuanto a las posibilidades y el nivel de desarrollo de la zona. También, en la avenida frente al puerto, se ven varios pazos de distintas etapas muy evocadores.
Más allá de esto, las referencias a Fariña en nuestra experiencia se limitaron a un puesto del mercadillo en el que encontramos camisetas que tenían impreso el nombre del libro y la frase que ilustra la cabecera de la serie: «o que teño que facer para non ter que ir ao mar».
Pazo Baión, Oubiña y las madres de la droga
Pero si hablamos de narcotráfico en Galicia, rápidamente nos vienen a la cabeza las imágenes de las madres contra la droga y aquella verja que, por cierto, también se ha sustituido por una localización distinta para el rodaje la serie. La realidad es que el Pazo Baión, trata de desvincularse de aquel episodio porque, en realidad, Laureano Oubiña fue el propietario cuya titularidad ha sido más reducida en el tiempo y que, además, nunca vivió allí.
A día de hoy, el Pazo más conocido de la zona es una bodega y es visitable. Para ello, se puede contactar a través de su página web y proponen un recorrido muy interesante que se complementa con una cata de albariño del que se produce en la finca y del de Condes de Barei, la cooperativa que lo regenta hoy en día.
A lo largo de la actividad cuentan desde las particularidades del terreno hasta los esfuerzos que están haciendo por aumentar la rentabilidad de sus 25 hectáreas. Y, verdaderamente, merece la pena hacer el recorrido. El lugar es idílico y las instalaciones exquisitas, aunque, hoy en día, el edificio más característico esté cerrado al público hasta que se ponga en marcha como hotel rural.
También es cierto que a lo largo de la visita no se cuenta que los Charlines disputaron con Laureano Oubiña la propiedad del Pazo; que los problemas del narco con la justicia y Hacienda llevaron a una conocida marca de cava a explotarlo durante más de una década, hasta que salió a concurso público; ni que es precisamente esa concesión la que obliga a los adjudicatarios actuales a emplear a extoxicómanos y dedicar un 5% de su facturación a programas antidroga.
Vilanova de Arousa y el Pazo Vista Real: zona de los Charlines
Los Charlines tienen en Vilanova de Arousa su base de operaciones. En tiempos de Fariña, la conservera la Charpo fue el negocio tapadera perfecto y el Pazo Vista Real, su propiedad más característica.
Según el libro, tras cumplir condena, se puede ver a Manuel «el viejo» leyendo el periódico en la terraza de uno de sus bares. Si no se produce ese encuentro, siempre puedes acudir al Pazo y ver que su suerte ha sido peor que la del Pazo Baión. A pesar de estar rodeado de emparrado, en este caso, los árboles están en su mayoría cortados y son bastante improductivos.
A día de hoy, la finca es propiedad del Ayuntamiento y en el interior del edificio se desarrollaran actividades de promoción de la ciudadanía. El exterior, a pesar de haberse tratado de recuperar como parque, está bastante abandonado, pero todavía proporciona un agradable paseo.
Cambados: fin de trayecto
Cambados, la ciudad natal de Terito y de Sito Miñanco, es la sede de múltiples bodegas de Albariño y cuenta con torres y pazos que le proporcionan un gran atractivo turístico.
Entre sus construcciones destaca su Parador, que, además de estar situado frente al paseo que acompaña a la ría, fue el lugar en el que Terito lanzó un tiro al aire ante una disputa con los narcos -y no en el restaurante como recoge la serie-.
Desde el puerto cambadés se puede contemplar una preciosa panorámica de la ría. Sin duda, es el mejor punto final a una ruta que nos habrá llevado a conocer un pasaje de la historia reciente de España del que quizás los gallegos no se sientan orgullosos, pero que tampoco debe caer en el olvido.